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En 25 aos, La Familia: una proclamacin para el mundo ha pasado de la ONU al Vaticano y m

Al terminar la reunión general de la Sociedad de Socorro el 23 de septiembre de 1995, el presidente Gordon B. Hinckley miró a los ojos a las mujeres jóvenes y ancianas, a las casadas y solteras, con y sin hijos —“algunas cuyas cargas son tan pesadas”— y les agradeció por su resolución de hacer lo correcto.

En un mundo de tumulto, engaño y valores cambiantes, “hemos sido guiados a advertir y prevenir”, dijo él.

El fallecido 16º presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días prosiguió a presentar una proclamación que declara y reafirma las normas, doctrinas y prácticas de la Iglesia con relación a la familia: “La familia: una proclamación para el mundo” emitida por la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles.

Después de leer en voz alta la proclamación, el presidente Hinckley declaró enfáticamente: “Encomendamos a todos una lectura cuidadosa, reflexiva y con espíritu de oración de esta proclamación. La fuerza de cualquier nación está arraigada dentro de las paredes de sus hogares. Instamos a nuestra gente en todo el mundo a fortalecer a sus familias de conformidad con estos valores ya establecidos”.

La proclamación de la familia expresa el propósito divino de las familias en el plan de la felicidad. Deja en claro que el matrimonio entre un hombre y una mujer es ordenado por Dios, y que todos los seres humanos son hijos o hijas espirituales de Padres Celestiales. Enseña las responsabilidades sagradas de los cónyuges, los padres y los principios de un matrimonio exitoso y la vida familiar.

Desde que el presidente Hinckley presentó la proclamación de la familia hace 25 años, sus enseñanzas han sido ampliamente citadas por los líderes de la Iglesia al reunirse con los santos de los últimos días y en entornos interreligiosos. Sus principios han dado forma a la investigación y el programa de estudios sobre la familia en la Universidad Brigham Young. La proclamación cuelga en la pared de innumerables hogares de miembros y es compartida por misioneros alrededor del mundo.

¿Por qué es tan significativa la proclamación?

En el 10º aniversario de la proclamación en la conferencia general de octubre del 2005, el élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles dijo que el “documento profético” se adelantó a su tiempo en la defensa de los valores familiares tradicionales. Su lenguaje claro y simple contrasta con la confusión de la sociedad y la retorcida definición de la familia.

“Tanto entonces como hoy día es un llamado resonante para proteger y fortalecer a las familias, y una seria advertencia en un mundo donde el deterioro de los valores y el orden equivocado de prioridad de las cosas amenazan destruir la sociedad al debilitar su unidad básica

”, dijo el apóstol, quien ahora es el presidente en funciones del cuórum.

Desde que se estableció la Iglesia en 1830, los líderes de la Iglesia solo han emitido seis proclamaciones —las dos más recientes son la proclamación de la familia y “La Restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo: una proclamación para el mundo en el bicentenario” leída por el presidente Russell M. Nelson durante la conferencia general de abril del 2020.

Otras incluyen la proclamación de 1841 que detalla el progreso de la Iglesia; la proclamación de 1845 sobre la Restauración del evangelio; la proclamación de 1865 sobre la naturaleza de Dios; y la proclamación de 1980 sobre el 150º aniversario de la organización de la Iglesia. Las primeras tres proclamaciones se emitieron en los primeros 35 años después de la organización de la Iglesia, y las tres últimas en los últimos 40 años.

Las proclamaciones son diferentes a las declaraciones oficiales, exposiciones doctrinales o instrucciones sobre normas. En lugar de dirigirse específicamente a los santos de los últimos días, las proclamaciones son generalmente dirigidas al mundo.

Cómo han usado la proclamación de la familia los líderes de la Iglesia

“La familia: una proclamación para el mundo” ha sido citada más de 150 veces en conferencias generales y se ha utilizado en charlas interreligiosas en el Vaticano y otros escenarios internacionales durante los últimos 25 años.

En el Congreso Mundial de las Familias celebrado en Ámsterdam, Países Bajos, en agosto del 2009, el presidente Nelson —en ese entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles— citó extractos de la proclamación para enfatizar la importancia de la familia como unidad fundamental de la sociedad.

“Por todos lados, la familia está siendo atacada”, dijo. “Muchos se preguntan si la institución ya no es necesaria. Nuestra respuesta es segura. Si hay alguna esperanza para el futuro de las naciones, esa esperanza reside en la familia. ¡Nuestros hijos son nuestra riqueza; nuestros hijos son nuestra fuerza; nuestros hijos son realmente nuestro futuro!”.

Dirigiéndose a los líderes religiosos en el Vaticano en noviembre del 2014, el presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, pidió “un renacimiento de matrimonios felices y familias productivas” basado en los principios de la proclamación de la familia.

“Conforme trabajamos para construir y fomentar matrimonios fieles y amorosos en los que los hombres y las mujeres se vuelven uno y cuidan de sus familias, el Señor multiplicará nuestros esfuerzos”, dijo él. “A medida que nos unimos en este trabajo, les prometo progreso hacia ese resultado feliz”.

Hablando en las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York en abril del 2017, durante una mesa redonda sobre la integración de los refugiados, la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Jean B. Bingham expresó su anhelo de que las organizaciones religiosas “trabajen juntas por medios pequeños y simples para lograr cosas extraordinarias”.

“Como lo define mi fe, y las Naciones Unidas, la familia es la unidad fundamental de la sociedad”, dijo ella, basándose en la proclamación de la familia. “Por lo tanto, se debe tener cuidado de proteger a la familia, especialmente a aquellos en circunstancias extremas”.

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, recalcó que la familia es la piedra angular de la sociedad al hablar con miembros del Senado y la Cámara de Diputados de Argentina en mayo del 2018.

“Mis amigos, la familia importa”, dijo, después de presentar la proclamación de la familia. “Verdaderamente, los valores y las fortalezas de una nación no son más que la suma total de los valores y las fortalezas de sus familias”.

Impacto en BYU —y más allá

Alan Hawkins, director de la  BYU School of Family Life (Facultad de la Vida Familiar), dijo que el colegio siente una responsabilidad especial hacia los estudiantes y la Iglesia de ayudar a que la proclamación de la familia “cobre vida en el alma y el corazón de las personas”.

Cuando el élder Merrill J. Bateman comenzó su tiempo como presidente de BYU en enero de 1996, le pidió al cuerpo docente que explorara formas de apoyar y promover la proclamación de la familia y sus principios. Hawkins, quien ha estado en BYU durante 30 años, era un miembro de la facultad en ese tiempo.

Uno de los efectos más visibles como respuesta de BYU a la proclamación gracias al estímulo del élder Bateman fue la creación de la Facultad de la Vida Familiar, reorganizada del Departamento de Ciencias de la Familia, dijo Hawkins.

“Cuando el élder (Boyd K.) Packer dedicó la Facultad de la Vida Familiar en 1998, nos dio un encargo muy directo, y fue hacer de la proclamación de la familia nuestro cimiento”, dijo Hawkins.

“Nos lo tomamos en serio, incluso ahora, 25 años después. Está entretejido en nuestro plan de estudios. Hablamos de ello con regularidad mientras enseñamos. Y creo que, como investigadores, sentimos que la proclamación de la familia nos ha dado una guía de asuntos importantes en los cuales enfocarnos”.

El BYU Family Studies Center (Centro de estudios de la familia) —que ya existía desde hacía algunas décadas— se reenfocó para ampliar la misión y el propósito de la Facultad de la Vida Familiar. Se desarrolló un curso sobre la proclamación de la familia y el libro de texto. Hoy en día los estudiantes de la Facultad de la Vida Familiar deben tomar la clase de Familias Eternas, y otros estudiantes tienen la opción de tomar la versión de educación religiosa.

“Uno pensaría que sería difícil tomar un semestre completo para estudiar 609 palabras”, dijo Hawkins. Pero les prometo que no lo es. Hay tantos temas ricos y profundos que cubrir”.

Hawkins, que enseñó en BYU antes de que se emitiera la proclamación y ha observado su impacto durante los últimos 25 años, dijo: “Creo que no hay duda de que la proclamación de la familia nos ha dado un mayor sentido de misión y propósito en la Facultad de la Vida Familiar”.

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Tobi Tarwater

Update: 2024-09-02